Derrotista Derrotado

Sus labios y su lengua estaban resecos, tiene varios días sin beber, ni siquiera un poco de mal licor. Pero necesita de éso, se corta la yema del pulgar izquierdo con la pequeña navaja que robó a algún trotamundos, entonces toca la pequeña gota azul.
Con hoja y papel lista empezó su hermoso poema de su gran derrota "Aullido",  en cuarto de algún motel que del nombre no recuerdo.

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